Apasionada de la montaña, y de la naturaleza en sentido amplio. Para mí la naturaleza es esencial para cargar pilas y conectar con mi esencia. La nieve y el esquí … mi medio. He crecido con ellos, a pesar de vivir en Barcelona.
Los caballos llegan por casualidad cuando me falló un campus de verano para mis hijos y los apuntamos a un campamento de equitación. Este fue el primer punto de inflexión, que me llevó a conocer dos años más tarde al que sería mi caballo. Este fue el detonante definitivo, pero yo aún no lo sabía.
Montar y compartir ratos con él me hizo ver las cosas desde otra perspectiva. Eran momentos únicos, de desconexión total (debes estar 100% cuando estás con un caballo). Fue todo un reto y vencer muchos miedos.
El camino que he ido haciendo con él ha sido un gran aprendizaje. De hecho, me ha cambiado la vida.
Y como una cosa lleva la otra, empecé a buscar información sobre los efectos del caballo a las personas, y me fui formando como coach personal y coach con caballos.
Mientras, al mismo tiempo, fui viendo que la vida que llevaba no me acababa de llenar.
Así que decido dejar el mundo de la empresa para empezar mi proyecto y una vida diferente.
Ahora estoy en un entorno privilegiado, acompañada de mis caballos.
De mí puedo decir que soy perseverante, leal y me encanta el sentido del humor.
Exigente conmigo misma, he tenido que convencerme de que no siempre hace falta que las cosas estén perfectas para seguir avanzando
Me gusta mucho reír, y me encanta la música y cantar a todas horas (en el coche, en casa, mientras hago trabajo …)
Me encanta viajar: me aporta aventura, diversidad, diferentes puntos de vista y formas de vivir.
Mi curiosidad y proceso de autoconocimiento hace que esté en formación continua